En la segunda parte de la entrevista con el gerente de operaciones de Elite Blue en Colombia, Miller Preciado, continuamos el análisis de la industria del arándano en Colombia. En esta ocasión abordaremos temas como el mercado local, la rentabilidad del negocio y cuál es el rol que debe tener la industria para ser un actor competitivo.
¿Comente la relevancia del mercado local?
En nuestra compañía un 40% de nuestra fruta se queda aquí en el mercado local y el 60% lo exportamos. Es importante indicar que Colombia nos podría comprar el 100% de la fruta, pero ya tenemos obligaciones con clientes afuera como con Walmart y Costco, que obviamente son relaciones que hay que seguir alimentando por los planes de expansión.
Para nuestra empresa, el principal mercado es Estados Unidos, con un 80% de nuestras exportaciones; creo que va a migrar un poco más y se va a distribuir entre Estados Unidos y Canadá, para que este último mercado comience a crecer en su justa medida.
Otro porcentaje muy pequeño, de un 5%, lo hacemos spot en algún momento para testear mercado. Hemos enviado a Singapur, Hong Kong, Emiratos Árabes, Reino Unido y a Europa. Es para entender si nuestro arándano diferenciado por características organolépticas es un concepto compartido por diferentes mercados y, hasta el momento, el feedback que hemos recibido es muy bueno.
¿Qué estrategias comerciales están desarrollando para potenciar las agroexportaciones?
Queremos iniciar una estrategia que está en una etapa muy preliminar todavía. Con Asocolblue (Asociación Colombiana de Blueberries) estamos trabajando en ello, ya que en Colombia todavía no tenemos un gremio, solo tenemos varias asociaciones y nosotros somos parte de ellas, que hoy es la más robusta por el número de afiliados y áreas sembrada.
Estamos intentando con Asocolblue establecer una línea de estrategia donde podamos posicionar el arándano con un sello, porque nuestro arándano tiene características y atributos diferenciados. Además, estamos preparando nuestro primer Congreso Internacional de Arándanos el próximo año; queremos que el evento crezca y que podamos llamar la atención de los inversionistas, de todo el mundo y de los consumidores.
¿Cuáles son los ejes que a tu juicio debe trabajar la industria para ser un actor relevante a nivel de las agroexportaciones colombianas?
Creo que la estandarización es clave, aquí es un tema que va más allá de la producción que hacemos en la empresa. Por lo que le envío un mensaje a todos los productores en Colombia: tenemos que darle el nivel al arándano colombiano a partir de la homogeneización de grandes prácticas, no quiere decir que todos vamos a hacer exactamente lo mismo, pero las premisas deberían ser más o menos similares.
Lo importante es que estamos vendiendo arándano colombiano y todos tenemos que dejar el nombre del arándano colombiano arriba. En la medida en que hagamos los paquetes tecnológicos con premisas muy similares, lo podemos lograr.
¿Cómo observas la rentabilidad el negocio en Colombia?
No me cabe duda de que el arándano colombiano, será una oferta adicional a nuestra balanza agroexportadora. Estoy convencido de que, en la diversificación, está parte de la dilución de los riesgos. Para los otros productores agroexportadores va a ser un bálsamo tener una alternativa adicional.
El aguacate generó una entrada disruptiva hace alrededor de 10 años y hoy nos convertimos en un actor relevante en la exportación de aguacate Hass, creo que en los arándanos va a pasar exactamente lo mismo. El arándano entra definitivamente a ser un jugador crucial y de eso no me cabe duda.
Creo que a futuro va a pasar, así como llegaron inversionistas mexicanos, peruanos, chilenos y de Israel a producir aguacate en Colombia, pienso que va a pasar lo mismo con los arándanos. El arándano colombiano es una fruta diferenciada y tiene grandes posibilidades en el mercado y es una fruta que viene a revolucionar el mercado agro exportador y, como yo le he mencionado, es la “revolución azul que ya llegó a Colombia”.
En lo social la industria cumple un rol significativo en el sector rural, porque genera empleabilidad no solo a los jóvenes rurales, sino también a las mujeres, por lo que cada dólar invertido en ruralidad, es un dólar que impacta cuatro veces más al sector agropecuario que cualquier otro sector en el mundo.
Además, al invertir en arándano no solo estás invirtiendo en la fruta más saludable del mundo, sino que estás generando un estímulo real en la disminución de pobreza y, obviamente, mejora en las equidades sociales en las zonas rurales.